¿Saben quién fue Juan Germán Roscio?

Isabel Pereira Pizani
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@isapereirap

Estoy en esa patria grande que es México, es el cumpleaños de mi hija mayor. Alguien me pregunta por Juan German Roscio y me dice que su obra estaba en la cabecera de Benito Juárez. No queda más que recordarlo, nació en San Francisco de Tiznados, Estado Guárico, fue uno de los más importantes ideólogos del movimiento independentista, protagonista del 19 de abril de 1810 como "Diputado del Pueblo". Se entregó en cuerpo y alma a su lucha por la emancipación, la cual libró a través de todos los medios posibles, prensa, epístolas, declaraciones y discursos expresados en el Congreso Constituyente, el 2 de marzo de 1811, al cual asistió como diputado de Calabozo. Además, fue el principal redactor del Acta de la Declaración de Independencia de Venezuela, firmada el 5 de julio de 1811. Con la misma fe, participó en la elaboración de la Constitución de Venezuela de 1811, sancionada el 21 de diciembre de 1811.

En Agosto de 1810, funda por decreto la histórica Sociedad Patriótica en la cual participaría luego Francisco de Miranda y Simón Bolívar. Preso en Cádiz, se fuga de la cárcel, apresado de nuevo es liberado gracias a la intervención del Príncipe Regente de Inglaterra quien logra el perdón de Fernando VII. En 1817 en Filadelfia, publica su gran obra Triunfo de la libertad sobre el despotismo.

Roscio, un pensador liberal, hombre anticipado a su tiempo, nació en el Guárico, en la puerta de los llanos, al igual que Lazo Martí, Rodolfo Moleiro y José Ramón Medina, hombres que expresan en sus obras la mirada infinita de los que nacen viendo tierras sin límites.

Caminar por cualquiera de los pueblos del Guárico recordando a Roscio, a Lazo Martí, renueva nuestra pena por lo que ha podido ser esta tierra que espera por otros hombres de estatura parecida, capaces de emplear todos sus esfuerzos para construir un territorio de prosperidad y sobre todo de libertad. Personas que acudan al antiguo llamado de Roscio “Cooperemos todos al exterminio de la tiranía, al desagravio de la Religión ofendida por el déspota que la invoca en su despotismo; unamos nuestras fuerzas para el restablecimiento de la alta dignidad de nuestros semejantes oprimidos”.

Con todas estas cavilaciones y releyendo a estos filósofos y poetas del Guárico, nos asalta la ira al presentir, una vez más, que la suerte de estas tierras infinitas puedan caer en manos de los que Roscio llamaba “profanadores del santuario de la libertad”. Me pregunto, ¿quedará algo de la semilla sembrada por estos hombres, líderes de momentos gloriosos de nuestra historia y de nuestro pensamiento? Me digo, nunca es tarde para asumir retos, más que pragmatismo es casi una obligación moral atreverse a desafiar todas las amenazas y temores, no es perdonable que estos llanos infinitos alberguen la mentira y sea dirigida por carceleros. A los Guariqueños les toca alzar la mirada, si en verdad queremos que estas tierras sean un granero para todos, que las universidades puedan parir nuevos poetas, que las calle de San Juan, Valle de la Pascua, Calabozo, El Sombrero, sean de nuevo transitadas por gente libre que trabajen, que sueñen y que crean que la felicidad es posible en estos parajes donde nunca encontramos las fronteras. Guárico merece ser gobernada por gente que conozca y respete a Roscio, que se emocione cuando lea la “Silva Criolla”.  Gente que en su corazón albergue la preocupación por una nueva generación de Guariqueños que conozca a Juan Germán Roscio, que no fue amigo de carceleros, ni de hombres que asediaran la libertad. Pregunto ¿En cuántas escuelas del Guárico los niños leen y reflexionan sobre el “Triunfo de la libertad sobre el despotismo”. En cuántos estantes de liceos, de este llano portentoso, están los poemas de Lazo Martí. Cuántas manos jóvenes, ávidas de conocer manosearan estos libros? Con este revoltijo de recuerdos y pensamientos, oigo la pregunta de mi hija ¿Qué crees que harán en Guárico el 16 de Diciembre? le respondo:

No hay excusas, serle fiel a Roscio y a sus poetas, representados por un hombre claro, que trabaja y cree en la libertad, mi amigo José Manuel González. Universitarios del Guárico no se dejen engañar por aquellos que odian su Alma Mater.